Cruz Azul obtuvo su cuarta victoria del campeonato tras derrotar 2 a 1 en casa a Guadalajara, flamante campeón de la Copa MX, con goles del ecuatoriano Ángel Mena, de penal, y del chileno Francisco Silva, mientras que por el lado rojiblanco, Oswaldo Alanís descontó con un tiro libre.
Con este resultado, las opciones de liguilla para los celestes aún se mantienen con vida, aunque luce complicado que logren la calificación con 17 puntos a falta de seis por disputar, y Chivas, con 25 unidades, podría caer drásticamente dentro de los primeros ocho, debido a lo apretada que se encuentra la parte alta de la tabla general.
A lo largo de la primera parte, fiel al cuestionado estilo de juego establecido por Paco Jémez, Cruz Azul fue la escuadra con mayor número de jugadas ofensivas en comparación con el Guadalajara, que fue falto de iniciativa ante la intensidad sobre el control de la pelota que presentó la máquina.
Chivas, que se pudo adelantar en el marcador minutos antes con un disparo de Carlos Fierro atajado por Corona, vio caer su marco minutos más tarde cuando al ’20 fue cobrado de forma correcta un penalti por Ángel Mena tras una falta del arquero Rodolfo Cota sobre Jorge Benítez, que se aproximaba al área chica con la pelota controlada en los botines y listo para ejecutar su disparo.
Con el resultado adverso y siendo superados de a poco por el local, Guadalajara se complicó más el trámite del encuentro tras le expulsión de Miguel Ponce, que cometió una nueva falta sobre Benítez cuando el paraguayo se acercaba de nueva cuenta a portería para probar suerte y fue calificada por el colegiado Adonai Escobedo como una virtual jugada manifiesta de gol.
En el complemento, Cruz Azul fabricó el segundo tanto gracias a Rafael Baca, que retrasó un pase hacia el balcón del área, encontró al chileno Francisco Silva y éste impactó de forma rasa en carrera para perforar las redes contrarias al ’51.
Posterior a la segunda anotación y hasta poco antes del final, Cruz Azul ganó en confianza y se le vio sólido en cada una de sus líneas ante un conjunto rojiblanco desconcertado por tan poco fútbol generado a la ofensiva, sin embargo, de nueva cuenta el padecimiento que ha acarreado la máquina a lo largo de la campaña se hizo presente; comenzó a ceder el esférico, conceder espacios y regalar amonestaciones innecesarias.
En los minutos finales, Oswaldo Alanís evitó que la visita se fuera del azul con el marcador en cero gracias a un exquisito cobro de tiro libre, a pocos metros del área, que terminó al fondo de la red y en el Que Corona poco pudo hacer gracias a la colocación en la escuadra del mismo.