Cortesía: Tuttosport

Alguna vez los sueños se convierten en realidad el corazón bate el dinero, el imposible se transforma en posible. Estas palabras pueden resumir todo lo que ha ocurrido hoy 15 de diciembre en el Estadio Luigi Ferraris de Genova.

Se jugaban los octavos de final de la Tim Cup entre el equipo de casa, el Genoa, y la pequeña Alessandria. Uno, los “Grifones”, conjunto que juega en Serie A lleno de jugadores que cada semana vive partidos de un alto nivel, acostumbrado a cubrir sueldos de millones de euros, a ser actores de películas antes que profesionales.

Por otro lado hay un equipo que juega en Lega Pro ,o sea la Tercera División
Italiana.  Habituado a surcar campos de periferia, a sudar cada dia la camiseta para objetivos como la permanencia en una categoria inferior, a luchar cada balón como se fue el ultimo tren de alcanzar, a combatir como un verdadero conjunto hecho por personas normales. Gente que juega a futbol fundamentalmente por pasión.

Después de los tiempos agregados acabó 1-2 el encuentro, en los cuales el conjunto Piemontese han luchado como leones en una arena, sufriendo muchísimo, alejando cualquier tipo de riesgo procedente por parte del equipo de Genova, y resistiendo hasta la pita del arbitro, en particular en los últimos minutos de juegos cuando se lesionó un jugador y fueron obligados a terminar con 10 hombres.

Un pueblo en fiesta, la Italia entera que mira estupefacta un milagro futbolístico, la victoria de la voluntad contrapuesta al dinero, de la cabeza contrapuesta a la tecnica, de la normalidad contrapuesta a la extravagancia.

Por primera vez en la historia un equipo de tercera división alcanza los cuartos de finales de la segunda competición Italiana mas importante. Ahora la escuadra Piemontese puede soñar con los ojos abiertos, con la conciencia que siguiendo a entrar en el campo con un hambre de ganar así, el viaje hacia la meta final, es mas previsible de lo que puede ser en realidad.

Federico Titone
@fedetitone