“Rafa, nos regalaste los mejores años de nuestras vidas. Gracias”. Con la anterior leyenda escrita en una manta colgada al fondo del estadio de Mestalla es como el Valencia ha recibido al Real Madrid en el primer partido de ambas escuadras en este 2016.
Ambos conjuntos se mostraron con el ímpetu de cumplir los deseos pedidos por la afición con las 12 uvas días anteriores. El juego si bien no fue vistoso del todo, fue un duelo en el que los espacios jugaron a favor del beneplácito de la grada sin un protagonista dominante a lo largo de los 90 minutos. El primero que movió los cartones de la pizarra fue el Real Madrid con una jugada de ensueño en la que toda la BBC participó y nuevamente dio chispazos del entendimiento que tuvieron hace no mucho; Benzema inicia la jugada y toca para Bale, quien de primera intención con taquito incluido pasa para Cristiano que con finta a la defensa rival devolvió de nueva cuenta al francés, quien ya se encontraba en el área e impactó la esférica al fondo de las redes.
Luego de encontrarse en desventaja, el cuadro Che cayó por unos minutos en la desesperación ante el mejor tránsito de la pelota en los pies del rival, cuestión que le costó entregar los últimos minutos del primer tiempo y de no ser por una descolgada en la parte izquierda del área en la que Pepe barrió de forma indebida y regaló un penal a los pies de Dani Parejo, la tónica del partido para la parte complementaria hubiese sido otra.
Para la segunda parte, Benítez mantuvo la misma alineación que entró de inicio al campo del Valencia, variando únicamente su esquema con respecto a los pasados encuentros con Kovačić quien vio acción desde el inicio por James Rodríguez y dio muestras del gran futuro que tiene con la camiseta blanca. Ese cambio hubiera salido a pedir de boca si no hubiera sido porque el ímpetu del joven croata lo llevó a cometer una infracción que el colegiado sancionó con roja directa y puso en inferioridad numérica a sus compañeros por más de 20 minutos.
A nueve del final, Kroos puso un centro que Bale pudo rematar con gran exquisitez para conceder el segundo tanto del partido para su causa. El festejo duraría poco pues a la siguiente jugada Paco Alcácer borró la sonrisa de la visita emparejando el marcador de nueva cuenta.
Los minutos finales pudieron inclinar la balanza para cualquiera; Negredo falló un mano a mano contra Keylor Navas luego de una descolgada y Bale la mandó a la fila 10 del fondo después de no poder impactar correctamente la de gajos.
Al final, el Madrid sabe que una vez más no ha podido salir victorioso en un partido de los “grandes”, pero por lo mostrado en la cancha, parece que los aires de tensión podrían desaparecer conforme el campeonato siga su curso si es que el Madrid resurge en las jornadas que quedan por disputarse, de lo contrario, podrían venir cambios importantes por la ventana.
Sergio Domínguez
@Corey_Cohen