Aduriz se encargó en el partido de ida de que su equipo viajara a Barcelona con cierta moral y creencia en sus opciones de avanzar de ronda. Aquel gol en las postrimerías del encuentro hacía de nuevo ilusionar a la incontable hinchada bilbaína.
Ernesto Valverde, el capitán del barco, decidió que tenía que salir a jugar, sin miedo a nada, sin nada que perder. Como el león de la Metro Goldwyn Meyer, rugió Iñaki Williams en el minuto 12 y silenciaba a un Camp Nou que comenzaba a tener dudas del pase a semifinales. Aduriz se vistió de Guti para meter un balón en profundidad a la espalda de la defensa blaugrana y el ídolo de San Mamés no desaprovechó el caramelo. La primera parte es ejemplar de los visitantes, maniataron a todo un Barcelona que no logró en ningún momento hacerse con el control y el ritmo del juego.
Pero ya sabemos cómo funciona esto del fútbol. Y las individualidades, y más los delanteros, se pagan y muy caros. Una vez más apareció Luis Suárez, ese uruguayo que parece que se va a caer cuando conduce el balón pero que coordina mejor que nadie. Un pase de Leo Messi que fue incapaz de despejar la defensa, permitió que el 9 llegara para empatar el partido. La incertidumbre se mantenía por el resultado pero el juego ya era diferente. El Athletic pagó el esfuerzo de la primera mitad y en la segunda estuvo siempre a merced de los locales. Fue así, como en el minuto 81, Piqué mandó un cabezazo a la red para tranquilizar a sus incondicionales. Faltaba por aparecer el bailarín, ese hombre que es capaz de hacer ballet sobre una pelota de fútbol, que es capaz de hacer temblar a toda una defensa con solo amagar una bicicleta. Su segunda parte fue prodigiosa, manejó a su antojo el ritmo del equipo y le dotaba de esa electricidad necesaria para desequilibrar a cualquier rival. En el descuento, llegó su premio. Puso un zurdazo a donde viven las arañas para poner el 3-1 y cerrar el partido y la eliminatoria.
El Barcelona espera de nuevo en semifinales junto con el Celta. Hoy se juegan los otros dos partidos: Las Palmas – Valencia (1-1 ida) y Mirandés – Sevilla (0-2 ida). Que continúe el espectáculo.
Juan Lorenzana Prieto
@juanlp91