El Real Madrid dijo adiós definitivamente a la liga en su estadio, ante su propia afición y de nuevo contra la bestia negra de los últimos años, el indomable Atlético de Madrid.
Un partido más, el Cholo Simeone gana la partida a cualquier técnico que se siente en el banquillo de Concha Espina. En ningún momento dio la sensación de que los blancos entraran en ritmo o tuvieran alguna opción de llevarse algo positivo del encuentro. Los rojiblancos volvieron a llevar el peso del partido, con una lucha incansable de todos y cada uno de los futbolistas que estaban en el verde y funcionando como un verdarero equipo, como en ellos es habitual. Podrá gustar más o menos pero es la manera que tiene de hacer frente a los más grandes y así lo corroboran, un partido tras otro, los resultados.
La maquinaria del Cholo saltó al Bernabéu con la intención de frenar al Madrid y de aprovechar su ocasión en alguna contra. Una vez más lo consiguió. Zidane puso en cancha un equipo de jugones, de gente capaz de tocar el balón con la intención de asociarse para poco a poco encontrar huecos en el muro. El problema estuvo en que en lugar de juntarse y jugar a uno dos toques, a menudo sobraban caricias individuales a la pelota y faltaba mucha velocidad en el juego. Eso hacía que ni Danilo ni Carvajal llegaran por sorpresa por los costados. El Atleti se limitaba a ordenarse y buscar su opción a balón parado.
En la segunda mitad, más de lo mismo. Sin embargo, en esta ocasión, Griezmann y Filipe
Luis se encargaron de moldear el pastel para la guinda del francés, que acababa así con su mala racha de cara a gol. 0-1 y a partir de ahí el Madrid se volcó pero sin ningún éxito. Cristiano tuvo dos muy claras pero no acertó. Borja Mayoral, ingresado en el campo en sustitución de Benzema al descanso, fue de lo más potable de los merengues e incluso pudo marcar en alguna ocasión. Los colchoneros estaban como querían y apenas sufrían. Controlaron en todo momento el partido y se llevaron una victoria que les permite alejarse en la segunda plaza y meter algo de presión al Barcelona.
Simeone tiene cogida la medida al Madrid, tanto en casa como fuera. Sabe a la perfección lo que tiene que hacer y sus jugadores le responden a la perfección. Ganaron los legionarios de Cholo, 0-1, en un Bernabéu sin alma.
Juan Lorenzana Prieto
@juanlp91