El Superclásico. El Monumental recibía el duelo más bonito del planeta tierra y del universo fútbol, aunque por esto último no es protagonista los últimos años. River y Boca se batían en duelo sobre la arena millonaria. Los visitantes cambiaron de técnico hace apenas unos días en otro supuesto truco de magia de Angelici que cuando se cansa de su juguete lo tira y compra otro. El mellizo se sentaba en la banca, ojalá le dejen trabajar. Un buen recambio de Arruabarrena a pesar de que el despido del Vasco fuera inapropiado.
Un encuentro intenso, duro, con pelea. Así son los clásicos. Ponzio es el máximo exponente de esto que decimos, el incansable. River quería imprimir ritmo al choque por medio de Driussi en la banda izquierda y apenas perdiendo tiempo cada vez que el juego se detenía. Boca, sin embargo, intentaba meterle una pausa al balón y apenas conseguía conectar con Lodeiro. Alario volvía loco al Cata y a Insaurralde, apoyado por Driussi eran un continuo peligro para la portería de Orión. Mercado la tuvo clara al minuto 17 en un balón parado pero no logró precisar el remate. Betancur y Pérez estaban desaparecidos en el encuentro, sin ningún protagonismo y eso lo acusaban los Xeneizes. Mora estrelló un centro raso de Vangioni en el palo derecho. Boca no aparecía, sufría y mantenía marcador de 0-0.
River bajó el ritmo y lo aprovechó Boca. El cambio de Betancur por Melli le dio alas a los de Schelotto, pero no precisaban el último pase. El encuentro decaía en juego, poco a poco se convertía en el mismo partido de los últimos años, donde el fútbol apenas hace presencia en la cancha y donde no se ven dos pases buenos seguidos. Mora tuvo la rotura de lentes en el marcador pero tardó mucho y Orión volvió a ser el salvador azul y amarillo. No ocurrió nada en la recta final del partido, el superclásico se descafeinó el solito.
Maltrataron la pelota ambos. Cierto es que River si buscó poner algo más en el partido, fue mejor y mereció ganar, pero Boca en ningún momento lo quiso. Se negó a ser protagonista y el Gigante de América, esta vez, se empequeñeció. Final 0-0. ¿Dónde quedó el fútbol?
Juan Lorenzana Prieto
@juanlp91