Baño táctico de Simeone a Luis Enrique (2-0), que se vio empañado por el error de Rizzoli en el penalti no señalado por manos de Gabi. Griezmann anotó en ambas partes para materializar la propuesta del “Cholo”. El Barça tira la Champions en una semana, y pone en serio riesgo la Liga. El Atleti se une a Bayern, Madrid y City por un puesto en la final de Milán.
El resultado de la ida daba esperanzas a ambos, pero finalmente uno solo podría salir victorioso. Dos propuestas bien distintas frente a frente por un puesto en las semifinales de la Champions League. La intensidad de Simeone contra el toque de Luis Enrique. La táctica vs la técnica. La garra vs el fútbol.
El guión llevaba escrito mucho tiempo. Justo desde que salieron las bolas en aquel sorteo. Los colchoneros, alentados por su hinchada, esperarían rezagados, acompañados de una intenta presión. Y así fue. Se tiraron todo el partido corriendo, corriendo por un sueño. Y lo consiguieron.
Griezmann, titular de Francia en la Euro tras la confirmación de que Benzema no irá convocado, adelantó a los rojiblancos con un cabezazo sublime, tras una gran asistencia de Saúl, que usó el exterior de su maravillosa pierna izquierda para asistir al galo, y poner patas arriba al Calderón.
El Barça lo intentaba con más corazón que cabeza. Hasta mediada la segunda parte, claro. A partir de ahílos de Luis Enrique dispusieron del 80% de la bola. La menearon. La movieron. La volvieron loca. Y aun así no entró. Suárez tuvo un par de ocasiones que terminaron en los brazos de Oblak. Todavía no nombré a Messi porque no hizo mucho, que quede claro. Lo mismo digo de Neymar. Ambos astros estuvieron desaparecidos. El argentino por la maraña del Cholo. En cambio, el brasilero se tiró todo el encuentro enganchado con Juanfran. Hasta pudo ser expulsado.
Pero a lo que vamos. En una contra del Atlético, sobre el añadido, llegó el segundo. Iniesta tuvo que meter la mano para evitar un tanto que llegaría desde los 11 metros. De nuevo sería Griezmann el que encontraría las mallas de Ter Stegen.
Todo eran saltos en El Calderón, hasta que Gabi metió la mano, dentro del área. Pero Rizzoli decidió sacarlo dos metros, y decretar falta en vez de penalti. Un error crucial que perjudicaría al Barça, y que habría forzado la prórroga; si lo hubiese metido (recordemos que el FCB lleva 10 de 20 penaltis anotados). Sea como fuese, ya estaba todo el pescado vendido. El Atlético, por méritos, por cojones, por estilo, por carisma, por intensidad, por goles, por resultado, estará en el sorteo del próximo viernes que deparará las semifinales de la UEFA Champions League.
Juan Mariano Nogales
@Nogales1993