Y como en la ida, fútbol en estado puro. Esto se vivió en el Coliseum. Un homenaje a todo lo que esta competición representa. 2-0 era la renta que se traía el Rayo al sureño barrio madrileño. Parecía suficiente, pero todo cambió por un buen rato.
Salió en tromba el Getafe, tal y como había dicho su técnico en la rueda de prensa previa al choque. Mordieron desde el pitido inicial. En el minuto dos ya recortaban los azulones pero el árbitro lo invalidó por offside. Acto seguido, una gran jugada de Pedro León se convertía en el 1-0. Y faltaba lo mejor. El Rayo decidió contrarrestar la ofensiva del Geta al más puro estilo Jémez, atacando y subiendo las líneas de presión. En el mejor momento de los vallecanos, Vergini firmó un gol antológico que si lo metiera Ibrahimovic estaríamos hablando del gol del año. La duda es si lo quiso meter así o simplemente fue una extraordinaria coincidencia. El caso es que 2-0 y eliminatoria empatada. El conjunto de Fran Escribá quería más y Álvaro Vázquez hizo el tercero tras regatear al portero. Solo iba media hora de juego y ya habían volteado la eliminatoria. A partir de ahí el partido enloqueció, dos equipos al ataque, sin piedad del adversario. El espectáculo era absoluto. La grada tensionada, en el verde no había amigos, saltaban chispas. Así se llegó al descanso, aunque pudo haber muchos más goles.
En la reanudación, todo continuaba igual. Manucho ingresó al terreno de juego para ponerle en bandeja el 3-1 a Lass Bangoura, que anotaba de nuevo tras el golazo de la ida. Aquí empezó a entrar en escena ese invitado que nadie quiere pero que siempre aparece para torpedear la fiesta. El Getafe se volcaba sobre el área rival y el Rayo comenzó a perder tiempo una y otra vez ante la pasividad arbitral. El público apretaba y dedicaba unos cuantos piropos al colegiado y a su asistente. Con todo el tiempo perdido y con todos los cambios realizados, el brillante hombre de negro, hoy de verde, dijo que se añadían tres minutos. Esto enfadó aún más a la afición azulona que además vio como se decretaba el final del partido en plena jugada ofensiva.
En resumen, 3-3 final en el global. Pasó el Rayo por el gol de visitante y los dos equipos dieron buena cuenta de la Copa está más viva que nunca aunque muchos la quieran y se empeñen en enterrarla. No será mi caso. Viva la Copa del Rey.
Juan Lorenzana Prieto
@juanlp91