Un Sevilla en horas bajas visitaba la capital de España para medirse al Real Madrid. Tras la victoria de hoy de GBC en el mismo pabellón ante Estudiantes por la mañana, se ha apretado la zona baja y Sevilla saca ahora dos victorias a los equipos que cierran la tabla. El mexicano Gustavo Ayón fue hoy el sacrificado por cuestión extracomunitaria para dar entrada de nuevo a Thompkins y al recién llegado K.C. Rivers.
Antes del partido el equipo Junior ofreció el trofeo que ganó esta semana en el Torneo de Hospitalet ante su afición. Ellos son el futuro del Real Madrid y cumplieron como casi siempre.
Poco tardó el conjunto de Pablo Laso en romper el partido. K.C. Rivers decidió mantener el gran nivel que ha mostrado desde su vuelta y anotó 11 puntos en apenas seis minutos para reventar el marcador. Solo Balvin era capaz de mantener a los andaluces dignamente en el primer cuarto con 8 puntos. 30-16 era la diferencia al final. Lo justo para lo visto sobre el parquet. Chacho ejercía de nuevo de director de orquesta con 5 asistencias.
Maciulis y Carroll decidieron sumarse a la fiesta anotadora. El partido continuaba por un mar en calma, sin olas ni tiburones. Nada hacía peligrar a la embarcación blanca. La distancia con el otro navío debía ser suficiente para tomar tierra antes que ellos. Balvin y nada más en los sevillanos, con sus 14 tantos al entretiempo. +27 de renta para los de Laso.
No había partido. Los merengues se gustaban e iban camino una vez más de la centena de puntos. Acabaron el tercer periodo con 87, una barbaridad a la que ya nos tiene acostumbrados. El Chacho sumaba ya un doble doble y el Madrid llevaba la friolera de un 71% en tiros de tres, 10/14.
Es raro ver minutos de la basura durante casi tres cuartos pero así fue. El Sevilla no pudo competir en ningún momento a pesar de las palabras de Nachbar en la previa, aludiendo a que podían dar la sorpresa en el Palacio. No fue así. Son dos mundos diferentes y los blancos no permitieron que se encontrasen. El partido sirvió para que Willy Hernangómez vaya cogiendo forma y ritmo y para un reparto más equitativo de los minutos. Hasta seis jugadores por encima de la decena en los hombres de Laso.
Como apunte curioso final, un grupo de crías se puso a cantar en lo más alto del pabellón, a lo que respondió Berserkers, el grupo de animación local, cantándolo ellos. El Barclaycard era una fiesta y ahora toca pensar en el próximo viernes, donde el Madrid recibirá al Zalguiris en una nueva jornada del Top16.
Juan Lorenzana Prieto
@juanlp91