Es un partido de la doble cara lo que ocurrió en escena del Olímpico de Roma. Dos equipos en crisis de identidad y de juego se enfrentan en la capital italiana: el Milan, que quiere olvidar la derrota sufrida en el turno pasado en casa ante el Bologna y la Roma, llamada a una importante presentación después del empate que ocurrió contra el Chievo en una posible remontada.

En la primera parte, la Roma dominó y no dejó verdaderas oportunidades claras de gol al Milan. Apenas al medio minuto de juego, Sadiq obligó al portero del Milan a cumplir una parada excepcional, sin embargo, la ventaja llegó al minuto tres mediante un tiro libre de Pianjc quien centró el balón mientras que la defensa del Milan no logró atender y Rudiger aprovechó la libertad de marca para batir Donnarumma con un simple toque de un metro de distancia. El 1-0 puso al Milan totalmente en confusión, regaló muchísimas ocasiones de gol al equipo de García que no fue capaz  de disfrutar el momento favorable. A destacar, únicamente un  cabezazo de Rudiger que  a consecuencia de un tiro de esquina cobrado por Pianjc, golpeó el travesaño para convertirse en otro milagro hecho por Donnarumma.

En la segunda parte el partido cambió completamente la sinfonía. La Roma paró de jugar, el Milan tomó confianza y marcó al minuto 49 por producto de un centro de Honda y cabezazo de Kucka; el centrocampista subió hasta el cielo, anticipó la intención de cerrar de Florenzi y batió al portero Szczeny. Desde este momento el equipo de Mihajlovic se despertó y puso en grandísima dificultad el equipo «giallorosso», sin llegar aún al gol, antes con Kucka y después con Bacca.

Quien tuvo más oportunidades fue el Milan a través de jugadas de Boateng y Bacca,  quienes tuvieron las oportunidades de adelantar a su equipo en el marcador, pero que terminaron por errar.

Este empate no sirve a nadie: Roma y Milan se quedan en las zonas anónimas de la competición, lejos de los objetivos importantes planificados al inicio de la temporada.
Mihajlovic y Garcia salieron ambos pitados del estadio pues comparten un punto inútil. Con las posiciones que sus estrategias han resultado, ambos entrenadores seguirán siendo cuestionados por sus aficiones.

Federico Titone
@fedetitone