Vibrante y espectacular partido en que se vivió al mediodía en el Municipal de Santo Domingo entre Alcorcón y Córdoba. Los madrileños buscaban meterse de lleno en la lucha por el ascenso mientras que los andaluces querían asaltar la segunda posición de la tabla.
Dos equipos sin miedo, valientes, de esos que tanto nos gustan a los aficionados al fútbol. Eso es lo que demostraron hoy en el estadio alfarero. Impusieron las ganas de llevarse los tres puntos que el conformismo de uno solo, aunque ese fue el injusto reparto final. Y digo injusto porque este es de los partidos que merecía premiar con algún punto más el fútbol de ambas escuadras.
Fue muy pronto, en el minuto cuatro, cuando aprovechando un error defensivo de la zaga local, Raúl de Tomás hacía el 0-1. Los de Jose Luis Oltra salieron muy enchufados y tuvieron su premio. Sin embargo, el Alcorcón comenzó el asedio hacia la portería andaluza y a la salida de un córner hacía el empate poco después. Se vislumbraba un partido loco, cardíaco, y así fue. Dos minutos después, David Rodríguez hacía de penalti el 2-1 poniendo al Municipal patas arriba y dejando helados a los más de medio millar de aficionados cordobeses, que dieron un colorido espectacular a las gradas. El encuentro ganaba en fútbol, en intensidad, iba de más a más. Cerca del entretiempo, Florín Andone hacía el empate tras quedarse solo ante el portero.
Una pasada. Eso fue la primera mitad en Santo Domingo. Dos aficiones animando sin parar pero con absoluta deportividad entre ellas y los jugadores dando un recital de fútbol ofensivo.
En la segunda parte, al minuto 56, Pedro Ríos hacía el tercero de los blanquiverdes. El público lo empezaba a pagar con el asistente al ver que su equipo ya no llegaba tan claro como en los primeros cuarenta y cinco minutos. El Córdoba buscaba parar las acometidas alfareras mediante faltas y, por momentos, lo conseguía. Hasta que en el minuto 85, un centro de Pastrana envenenado hacía que rematara a la red David Rodríguez para su particular doblete y volver loca a la hinchada local. Normalmente, con dos equipos empatados en ese minuto, estos se suelen conformar con un punto, aquí no. Los últimos minutos se convirtieron en un ida y vuelta continuo, maravilloso, pero el marcador no se movería más.
Al final 3-3 y como decíamos al principio, los dos equipos merecen más de un punto por el espectáculo ofrecido a las más de 3000 personas que presenciaron el encuentro. Ambientazo, partidazo, goles, polémica y locura. Encuentro para recordar.
Juan Lorenzana Prieto
@juanlp91