En la Liga Adelante no te puedes fiar ni de tu sombra. No hay pronóstico claro en ningún partido y la igualdad máxima que hay entre todos los rivales hace que vivamos partidos como el de ayer, con emoción y con sorpresas como sucedió en Butarque.

Se acabó. No hablo del sueño, ni del liderato, ni del optimismo. Hablo del invicto como local del Leganés. Quizá era el partido en el que menos se esperaba perder esta condición privilegiada, pero esto es fútbol y así paso.

El Tenerife se presentó en Butarque con las ideas muy claras de lo que iba a proponer y de que podía meterle mano al líder de la competición. Los pupilos de Martí salieron sin temor a la cancha y demostraron que no hay pronóstico claro en la Loga Adelante. Fue un partido muy bravo, muy físico y con muchos nervios de los locales. Los chicharreros consiguieron frenar los ataques pepineros por las bandas y la velocidad habitual de su juego ofensivo. Esto hizo que robaran balones y salieran con rapidez al ataque. Javi Lara y Moutinho llevaron el peso ofensivo en la primera mitad, disponiendo el primero de una buena ocasión que pegó por encima del larguero. Cercano al descanso, el Leganés apretó pero no se movió el marcador.

En la reanudación, Los de Garitano lo intentaron todo pero sin éxito. Cayeron muchas veces en la precipitación y en la intranquilidad. A los quince, una falta al borde del área, la clavó Javi Lara en las redes. Era el 0-1 y el partido se ponía muy cuesta arriba para los blanquiazules. Ni Borja Lázaro ni Ruiz de Galarreta le pudieron dar calma a los ataques locales. Los pepineros llegaban a tres cuartos de cancha pero faltaba esa precisión, ese último pase para concretar las llegadas en ocasiones claras de gol. Dani Hernández apenas tuvo trabajo salvo en el último minuto cuando hizo un paradón soberbio para dar los tres puntos a su equipo. El Tenerife tuvo el 0-2 en una contra sin portero pero la desaprovechó igual que un penalti poco antes que lanzaron al palo.

Se perdió la condición de invicto como local aunque no afecta en la tabla clasificatoria tras la derrota de los inmediatos perseguidores, Alavés y Real Oviedo ante Osasuna y Valladolid respectivamente. El sueño continua a pesar de la derrota. Siguen siendo el mejor equipo de la división de plata. La ilusión se mantiene intacta.

Juan Lorenzana Prieto

@juanlp91