El Real Madrid hizo los honores al Sevilla en el Santiago Bernabéu en un partido que dio cerrojazo de la trigésima jornada de La Liga. Desde que Zinedine Zidane llegó a la jefatura de los blancos la enfermería se encontró vacía y la BBC pudo accionar desde el 27 de febrero, dia en el que Benzema se rompió en el duelo contra el Atlético de Madrid.
Los dirigidos por Unai Emery mostraron una faceta sumamente blanda que concedió muchos espacios durante el encuentro, misma que le permitió al Real Madrid encontrar con suma facilidad huecos por lo largo y ancho del terreno de juego.
El primer gol vino de rápida forma, luego de que al 7’, Gareth Bale fue dado con metros para ir al frente sin una marca apretada que el galés aprovechó para encontrar a Karim Benzema a centímetros del punto penal y este impactase con destino al fondo de las redes con un potente derechazo.
Una de las realmente pocas acciones claras que tuvo el Sevilla durante la primera parte no fue producto de un despertar en el encuentro sino de un penal cobrado por Kevin Gameiro tras una falta de Varane cometida a Rami, quien buscaba rematar un centro proveniente de una pelota parada y este fue derribado por el internacional francés. El tiro de castigo fue adivinado y rechazado por Keylor Navas quien a lo largo del encuentro tuvo una noche imperial en la que demostró su valía en el equipo estando bajo los palos.
El segundo tanto del Madrid vino al ‘63 gracias a Cristiano Ronaldo que logró conectar un centro de Danilo al que Rami no logró llegar y de esta forma el astro lusitano pidió perdón por un penal previamente errado que se fue por encima del larguero.
Los minutos continuaron extinguiéndose y el Sevilla, con un Emery furioso dando de manotazos en el área, pedía la hora al ver incapaces de reaccionar a sus muchachos. Al ’66, una vez más fueron heridos con otro gol al marcador, una vez más la defensa que tuvo una noche lamentable, fue despedazada por la BBC quienes en un triangulación a velocidad culminaron la obra con Bale rematando casi sobre la línea de gol.
Zidane comenzó con las rotaciones al ’70. Gareth Bale cedió su lugar a Jesé y fue despedido entre aplausos provenientes de la grada. Seis minutos más tarde, Casemiro, de enorme actuación en el medio del campo salió por James y por último Benzema fue llamado al banquillo para el ingreso de Isco.
El encuentro terminó sin sobresaltos y la obra de la noche fue culminada por los elementos enviados desde el banquillo; al ’86 James erró en el área grande un control de balón enviado por Jesé que se fue de Ferreira para encontrarse con el colombiano quien no pudo pisar la pelota ante la velocidad de Escudero para sacarla de sus pies, pero ésta salió como pase filtrado que el canario aprovechó con un derechazo a segundo palo.